Tranquilo, yo tampoco abrazo a todos mis vecinos.
Todos tenemos a ese vecino %$##*
Estás hoy en familia, celebrando el fin de año. Como a ti te gusta, como tú quieres.
En tu casa, con tu ley y tus normas.
Pero claro, ahí está el vecino que no sirve para nada, ni siquiera para perder el tiempo conversando. Ya sabes, ese vecino “especial” al que hasta le rezaste para que no viniera… y llegó.
El problema no es solo que aparezca con su cara de "aquí no me quieren, pero igual me les meto". El verdadero lío es que ese vecino, con todo y sus “limitaciones mentales”, aprende algo que a ti te cuesta millones: cómo hacerse publicidad gratis y vender más.
—¿Cómo así que él vende más que yo, ese idiota? —te preguntas, con la cena a medio masticar.
Sí, él. Justo el que cuando hablas, empiezas con “Ay, es que mi vecino es un fastidio… mi vecino esto, mi vecino aquello…”. Cada vez que lo mencionas, le haces publicidad.
Y como el chisme es más contagioso que los memes en WhatsApp, te aseguro que quien te escucha quiere saber cómo es, si tienes una foto, un video de ese “particular personaje”. ¡Hasta se mueren de curiosidad!
—¿Y es tan grave? —te sigues preguntando.
—Peor —te respondo—, porque no eres tú solamente: todos tus vecinos hacen lo mismo.
En esa novela del barrio, el que se hace famoso es tu vecino rata, y te guste o no, el que más se hace conocido es el que más vende. Así que, mientras tú te quedas ahogándote en tu rabia, él se vuelve tendencia, tal vez hasta influencer del barrio.
¿Entonces?
¡Fácil! Cambia la página. Deja de hablar tanto del “idiota” y mejor ponte a aprender marketing 6.0.
Tú te mereces vender más (o al menos que no te roben el show), pero tienes que entender una cosa: para vender, tienes que estar en boca de todos… igual que tu vecino.
Finalmente te digo algo: Deja de pararle bolas a ese personaje.
Enfócate en tu historia, en lo que tú ofreces, y haz que la gente te recomiende.
Porque, al final, yo sé que tú tampoco abrazas a todos tus vecinos, pero mejor que hablen de ti que sigas regalándole fama al otro.
¡Feliz fin de año y a vender se dijo!
Saludos,
Néstor
P.S. Recuerda dejar tu comentario de cómo aplicarás esto en tu negocio.
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