Un sufrimiento excesivamente placentero
Si no tienes un negocio no lo entenderías y te entiendo
A que tu como yo has disfrutado este sufrimiento
Que sabemos es necesario
Que sabemos lo podemos evitar
Que sabemos que nos puede hacer daño
Y aún así, buscamos secretamente su exceso
A principios del 2002, conocí a un empresario que me llamó mucho la atención.
Llegaba generalmente antes de las 6am a su negocio. Antes que llegaran incluso los primeros rayos del sol a la puerta.
Normalmente, salía de su negocio a las 9pm, cuando ya estaba seguro que el último vestigio de rayos de sol se habían ido también.
Que si lo disfrutaba? - le pregunté un Lunes cualquiera-
Obvio no -duele-, me dijo.
Pero es placentero
Por qué? Cuál es el placer?
Pues, el logro. Lo que pasa durante el día, lo que sigue sucediendo incluso en la noche cuando todos han partido.
El negocio sigue creciendo y eso me da placer. El dinero llega, no siempre, pero llega y la sensación es casi igual.
Pero te vas a enfermar. - le dije -
No importa
Este sufrimiento es excesivamente placentero y no lo puedo dejar - me volvió a decir-
A que te han dicho que esto es de locos. Que no está bien.
No me creo nadie para juzgar, solo te cuento la historia.
Ahora que su empresa funcionaba, te lo prometo que sí!
Mi trabajo no es juzgarle a él, ni a ti, ni a mi ni a nadie… ese rol se lo dejo a los que no tienen nada que hacer con sus vidas y entonces se preocupan por la de los demás.
Lo que si te ayudo es que hagas más de lo que te apasiona, incluso trabajando menos.
A que vendas mas, vendiendo menos, a que ganes mas, ganando menos.
A que inviertas más, invirtiendo menos.
A que ya lo entiendes.
En unos días voy a hacer un evento solo para quienes reciben estos mensajes. Si quieres que alguien más vaya, pues dile que se inscriba en mi página y ya, no te cobro por eso.
Acá la dejo
P.S. es solo por invitación
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