¿Por qué subí mis precios?
Mientras los demás los bajaban
Esta también me la enseñó Roberto,
Hace unos cuantos años, estábamos teniendo un aumento de clientes muy rápido.
Se debió al auge del Internet y los sitios de ecommerce
En su momento éramos pocas las empresas que podíamos ofrecer soluciones integrales de sitios web, marketing digital, posicionamiento en Google, pasarelas de pago, integración bancaria y sincronización con los inventarios físicos de los productos.
Te lo digo para darte contexto solamente.
Uno de esos días estaba preparando una cotización, cuando me entró una llamada de Roberto.
Néstor, ¿qué haces hoy?
Estoy preparando una cotización para un nuevo cliente, que quiere una integración total y lanzar su sitio web.
Ok, pero me parece que me habías dicho que estaban casi al 90% de capacidad tu equipo de trabajo. Has contratado ya nuevas personas?
No, pero si este trabajo sale, podríamos expandir el equipo.
Nestor, creo que tenemos que hablar. Nos vemos más tarde.
Un par de horas después estaba sentado con Roberto quien me miró muy seriamente y me dijo.
Nestor, llegó la hora de subir tus precios.
Pero, ¿cómo así? Si cada nuevo competidor que entra al mercado está bajando y bajando los precios cada día.
Precisamente por eso Néstor
Tienes que aprovechar el momento para subir tus precios para lograr dos cosas
-
Separarte cada vez más de los nuevos que ingresan a competir y
-
Evitar tener que crecer tu equipo de trabajo sobre la base de los precios y no de tu competitividad
Lo segundo me impresionó, pues nunca lo había pensado de esa manera.
Si estás en un sector que crece rápidamente y la competencia parece querer cobrar más barato para lograr ingresar. A largo plazo los costos se van a aumentar por efecto del mayor costo de marketing. Entonces bajar tus precios y aumentar el equipo es un error que te puede costar muy caro.
Si vas a contratar a alguien más es porque tu rentabilidad te permite aumentar tanto el costo operativo como la inversión comercial (la que trae el dinero). De lo contrario, frena y piensa muy bien lo que estás haciendo.
Saludos,
Nestor
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