La culpabilidad de los inocentes
Y la sospechosa aceptación de esa realidad
Esta son las frases favoritas de los cómplices del mal:
-
Eso le pasa por dar papaya (En Colombia, por no ser suficientemente precavido)
-
Eso le pasa por dejar el celular descuidado
-
Eso le pasa por dejar el carro abierto
-
Eso le pasa por andar con joyas en la calle
-
Eso le pasa por no tener una caja fuerte
-
Eso le pasa por andar con las ventanas de su carro abajo
-
Eso le pasa por no tener seguro para su bici
-
Eso le pasa por no ser vivo
-
Eso le pasa por no aprovechar que dejaron la puerta abierta en el concierto
-
Eso le pasa por no estar pendiente del trámite
-
Eso le pasa por no venir a reclamar el error que cometimos
- Eso le pasa por vestirse así
Yo no sé ustedes, pero yo estoy cansado de que los realmente culpables de actos delictivos, abusivos, o como los llamen en tu país pretenden que nos sintamos culpables por cosas que hacemos honestas y sin segundas intenciones.
A todos nos cansa empresas como las operadoras celulares que te dicen que debes pagar un mes de más porque en sus registros no aparece la llamada que hiciste hace un mes para cancelar el servicio. Que es su culpa no tener grabación de la llamada ni el código de registro.
A tus clientes también les cansa y aburre que les digas mentiras, que les pretendas vender cosas que no lo valen.
A todos nos pasa que quienes nos maltratan de forma sistemática pretendan trasladar culpas a quienes no la tenemos.
Responsabilidad es una cosa, pero culpa es otra.
Soy responsable de hacer las cosas bien, de vivir en una sociedad y hacerla crecer.
Pero no podemos seguir creyendo ni alimentando la idea que nuestros clientes son los únicos responsables por llegar a tiempo y usar los productos o servicios de forma correcta.
Si tienes una empresa y quieres asumir las cosas como son, mira primero el espejo antes de hablar.
Avísale a tus clientes que es hora de entrar, de llegar, de cerrar.
Enséñales cómo usar tus productos de forma correcta y eficiente.
Si cuando un cliente te llama porque no entiende algo, porque algo no le funciona, porque no encuentra tu dirección, porque tu sistema de pago funciona, ayúdale, es lo mínimo.
Pero por sobre todo no permitas un día más que quienes hacen las cosas bien, se sientan mal por hacerlas.
Comportamientos sociales donde no me importa el estado en que deje el baño público como usuario, o donde como administrador no lo mantengo perfecto, dice mucho del verdadero enfoque hacia el cliente final.
¿Quieres clientes, trabajadores, proveedores que te respeten y aprecien?
Pues quítale al inocente la culpa por hacer las cosas bien, y condena rápidamente al que hace el daño.
No sigas en la actitud sospechosa y cómplice de hacer que el inocente se sienta culpable.
Saludos,
Nestor
Respuestas