Copia esto de Disney
si quieres ser más rentable
Caminar por las calles de Disney el 31 de Diciembre es una hazaña, ese día el parque está a su máxima capacidad.
Llegar del parking hasta la puerta de entrada te puede tomar 1 hora, caminar 1 cuadra te puede tomar 20 minutos y hacer fila para una atracción cualquiera alrededor de 2 horas.
Aún así, todos los visitantes salen felices al final del día.
Por qué?
Porque Disney no te vende los servicios para montar en atracciones mecánicas. Tampoco te vende el acceso al parque ni mucho menos te vende comodidad y descanso.
Si Disney te vendiera eso, al final del día saldrás decepcionado por no haber podido usar todas las atracciones, ni visitar cada rincón del parque y además con mucha rabia por el cansancio y dolor en tus pies al estar casi todo el día de pie entre colas y largas esperas
¿Qué te promete Disney entonces?
Una experiencia mágica, punto!
Qué hace entonces?
Pues llevarte a tu niñez si eres un adulto, hacerte creer en princesas y en sueños si eres un niño.
Y cómo lo hace?
Alineando todas sus acciones y decisiones para eso.
Te lleva desde el estacionamiento hasta la entrada en un tren decorado y ambientado en películas, te abre la puerta del parque como la entrada a un castillo y mientras haces fila te va mostrando las decoraciones más hermosas y de fantasía que existen y como si fuera poco, mientras caminas ves los edificios de colores más hermosos que existen y ahí no importa donde sentarse.
Y el 31 de Diciembre, siendo el día mas concurrido. Hace el doble de desfiles musicales, te mantiene ocupado viendo los personajes muy cerca de ti. Y en la noche los juegos de luces se duplican en su esplendor y al final de la noche, la quema de pólvora es la más costosa del mundo por segundo.
Al final sales feliz, pues te cumplieron con la promesa
Un día mágico
¿Quieres aplicar esto en tu empresa?
Revisa qué le estás prometiendo a tu cliente y toma todas tus decisiones en torno a ello.
Lo demás, el cliente te lo va a perdonar, y en muchos casos ni cuenta se va a dar.
Saludos,
Nestor
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