Cómo este vendedor sabía algo que los gerentes no sabían
Y salvó a dos empresas
Hace algunos años conocí a Mauricio
Un vendedor de una empresa de leche.
Su trabajo era visitar tiendas durante el día desde las 6am y al final de la tarde, entregar en la empresa los pedidos de leche y derivados, para ser despachados el día siguiente en decenas de tiendas de la ciudad.
Con esta empresa firmamos un contrato para desarrollar un sistema que facilitara la toma de los pedidos y la entrega de estos al sistema de la empresa
Pero cometimos un error que casi echa todo a perder
El error fué que se diseñó el sistema, la tecnología, los procesos y todo lo demás en la sala de juntas de la empresa, entre ingenieros, gerentes y líderes de procesos. Pero ni un solo vendedor entró a esas sesiones.
Un día cualquiera un ingeniero brillante de nuestra empresa sintió que algo no andaba bien y sin decirle a nadie, decidió preguntar por el mejor vendedor de la empresa y acordar acompañarlo un par de días durante toda su jornada de trabajo en la calle y con cada uno de sus clientes. Se llamaba Mauricio el mejor vendedor y Edward nuestro ingeniero.
Después de acompañar a Mauricio durante 1 semana, caminando más de 40,000 pasos diarios cada día, Edward hizo unos ajustes al sistema sin consultarle a nadie de la junta ni mucho menos al jefe de proyectos.
Entonces, instaló el sistema en los equipos de varios vendedores.
Al final de una semana, la sorpresa fué inmensa.
Cada vendedor había logrado vender 20% más y entregar toda la información 1 hora antes de lo acordado (algunos hasta 2 horas antes)
Qué aprendimos de esa situación?
Que no importa cual sea el producto o servicio que estés desarrollando siempre se trabaja primero con el cliente, con el usuario final, en la calle, en la realidad de la vida y después se pasa a la sala de juntas.
Si lo has hecho al revés, no te preocupes, no te sientas culpable. Se puede arreglar, todos podemos aprender
Y al poco tiempo llegó Roberto a nuestra junta, de quien ya te he hablado y pues bueno aprendimos por fin a desarrollar productos con el que en verdad debemos trabajar, el cliente y usuario final.
Hoy Mauricio y Edward puedo decir sin ninguna equivocación, que fueron los que salvaron a las dos empresas de tener un proyecto fracasado. Hoy confío en quien conoce al cliente y dudo de quien solo lo ha visto en fotos o en un Powerpoint.
Saludos,
Nestor
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