De niño lo sabías y lo hacías muy bien | Episodio 2
Hoy te voy a contar algo que puede que no te guste. Incluso puede que canceles tu suscripción. Pero al menos lee este texto por última vez. ¿Recuerdas cuando mamá nos servía la sopa de verduras y la torta de auyama? y le decíamos lo fea que estaba esta sopa. Hoy los adultos somos unos hipócritas que decimos que sí, cuando sabemos que tenemos que decir que no. Le decimos a ese cliente que no queremos que nos visite más con una sonrisa hipócrita en nuestra cara -gracias por venir-. También se lo decimos a gente que no nos cae bien, incluso que entran a nuestras casas Gracias por venir, ja! hipócritas La cosa más allá de la rabia que te pueda dar en este momento es la siguiente. Toda esa energía desperdiciada en responder hipócritamente o políticamente correcta la podemos usar para atender lo que realmente es importante. Nuestros clientes merecen la verdad siempre, así sea incómoda. En especial si los clientes confían en tí. Uyyy..pero si les digo la verdad, me van a odiar. Y qué más dá… tú también odiaste a tu mamá el día de la sopa. Hoy la adoras, porque te dijo la verdad. No le ocultes nada a tus clientes, tu haces lo mejor que puedes, lo mejor que crees es posible con tus recursos. Recuerda a ese niño que eras y dí la verdad a tus clientes, siempre… Puede que te odien un momento, pero al final te van a respetar así se vayan. Y el respeto como lo dijo mamá, no se obliga, se gana. Por el miedo y la hipocresía te compran hoy un regalo. Por el respeto serán tus clientes y voceros toda la vida.